Siempre estarás en nuestros corazones Gordita hermosa.
Quien diría que en poco tiempo de llegar a esta ciudad, tendríamos la gran dicha de tenerte, sin quererlo y con la suerte de que llegaras a ser tan importante para nosotros. Complementaste nuestra familia y siempre fuiste muy obediente y sobre todo lista.
La frase de que ellos como mascotas nos escogen es muy cierta, Canela y su hija siempre andaban juntas, vivían cuidando un edificio cerca de donde llegamos a vivir, pero llegó ese día, donde escogiste salir de ahí, para vivir a nuestro lado, nos escogiste y siempre al cuidado de nuestro hijo, como si siempre lo hubieras conocido, te amamos por lo que fuiste, siempre lista y obediente, te fuiste muy rápido y esa parte aun me duele, debí esforzarme mas por tu bienestar, pero el tiempo paso y aun pienso que debí ayudarte. Siempre te agradeceremos que nos cuidaras y que fueras tan amorosa. Eres y seguirás siendo nuestra perrita consentida, te amaremos siempre Canela.