María Elena Meza Águilar
“Las personas más hermosas no se entierran, se siembran”
Fecha de nacimiento: 30 de mayo de 1949
Lugar de nacimiento: Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, México
Fecha de fallecimiento: 3 de junio de 2025
Lugar de fallecimiento: Cancún, Quintana Roo, México
María Elena Meza Águilar nació el 30 de mayo de 1949 en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, en el seno de una familia tradicional del sur de México.
Desde temprana edad mostró una profunda conexión con su entorno, marcada por los valores familiares, el trabajo constante y un fuerte sentido del deber.
En 1967 contrajo matrimonio con Tito Rosales Barrios, con quien compartió una sólida y entrañable unión de matrimonio hasta el fallecimiento de su esposo el 22 de Diciembre de 1990. Fruto de este matrimonio nacieron dos hijos: Roberto (1974) y Aura Lizette (1979), a quienes dedicó con esmero su vida, guiándolos con amor y firmeza en su crecimiento personal y profesional.
A lo largo de su vida, María Elena residió en distintas ciudades del país, entre ellas Tapachula (Chiapas), Cuautla (Morelos), y Cancún (Quintana Roo), siendo esta última su hogar durante sus últimos años. En cada lugar donde vivió dejó huella por su carácter afable, su calidez humana y su compromiso con la comunidad. Fue una mujer de convicciones, con una ética arraigada en la empatía y el respeto por los demás.
María Elena fue una madre devota, abuela amorosa, y una amiga leal. Sus años en Cancún estuvieron marcados por una vida tranquila, rodeada del cariño de su familia y del aprecio de quienes la conocieron.
Falleció el 3 de junio de 2025 en Cancún, apenas unos días después de celebrar su 76° cumpleaños. Su legado vive en la memoria de sus seres queridos, en la enseñanza de los valores que inculcó y en el amor que sembró a lo largo de su vida.
Madre mia quiero agradecerte todo lo que hiciste por mi y por mi hermana en tu vida, eres y has sido un ejemplo de Vida que prometo seguir y honrar a tu memoria el resto de mi vida con amor, honestidad y trabajo … Te Amo Madre
Con profundo pesar los acompaño por el fallecimiento de la señora Maria Elena. Después de una larga y valiente lucha contra la enfermedad, ha encontrado finalmente descanso. Gracias a la divina fuente, ya descansa en paz.
Quiero expresarles mi más sentido pésame en este momento tan doloroso. La señora María Elena fue una mujer admirable, cuya fortaleza y serenidad dejaron una huella en todos los que tuvimos el privilegio de conocerla, aunque en mi caso, de forma indirecta.
Les acompaño en el sentimiento y les envío un abrazo lleno de cariño y solidaridad. Que encuentren consuelo en los momentos compartidos y en el amor que ella sembró a lo largo de su vida.
La vida no termina aquí, sino que la experiencia humana es solo un instante efímero en el tiempo infinito. Estoy seguro de que la señora María Elena está pletórica de vida en los reinos de luz, con la sonrisa que la acompañó siempre en esta tierra.
Con todo mi afecto,
Adán Trejo Marin.